Hasta época reciente, la historia de la filosofía presenta una alarmante uniformidad. Quienes han contribuido a dicha historia comparten dos rasgos fundamentales: son hombres y son europeos. En el siglo XX empiezan a surgir representantes de otros continentes, pero son americanos, es decir, occidentales como los europeos. En cuanto a las mujeres filósofas, sus aportaciones, en general, han sido silenciadas.
1.LA DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER.
Es un hecho que la mujer no ha sido tratada ni por los filósofos ni por los historiadores de la filosofía.
-La imagen de la mujer a lo largo de la historia de la filosofía. Existe una casi total unanimidad entre los filósofos anteriores al siglo XX en presentar a la mujer como un ser inferior al hombre, con menos capacidades y especialmente mal dotada para la actividad racional propia de la filosofía. En general, se relaciona al hombre con la racionalidad y la cultura y se lo ubica en el ámbito de lo público. Por el contrario, a la mujer se la vincula con la “madre” naturaleza, se la considera más intuitiva, más emocional, y se la recluye en el ámbito de lo privado, de lo doméstico. Aristóteles, Tomás de Aquino, Rousseau o Schopenhauer, por poner ejemplos de épocas diferentes, han descrito a la mujer en estos términos en sus obras. En algunos casos extremos, el menosprecio ha llegado a convertirse en animadversión, como cuando Nietzsche escribe: “La mujer es infinitamente más malvada que el hombre, también es más maligna. La bondad en las mujeres ya es una forma de degeneración”. Es cierto que hay excepciones a esta norma, como el caso de J. Stuart Mill que defiende explícitamente la igualdad de sexos.
-La condena al ostracismo sufrido históricamente por las filósofas. La invisibilidad de la mujer en la historia de la filosofía se ha tratado de justificar apelando a que la mayoría de las filósofas han orientado sus reflexiones casi exclusivamente a la defensa de los derechos de la mujer, tema menor para los historiadores de la filosofía, nacido de preocupaciones puramente personales. Lo cierto es que los pensadores- y las pensadoras- siempre han dirigido su atención hacia los temas que histórica y culturalmente les resultaban más relevantes. Platón se interesó por la teoría política y quiso construir una sociedad perfecta donde no fuese posible condenar a un hombre justo, como le sucedió a su maestro Sócrates. Los filósofos del siglo XVII se interesaron sobre todo por el conocimiento porque el nacimiento de la ciencia moderna era un acontecimiento en aquel momento. No es de extrañar, por tanto, que las filósofas hayan reflexionado con predilección sobre su situación de discriminación como asunto relevante para ellas y para la sociedad en su conjunto.
Entre los movimientos feministas que tratan de superar esta situación de discriminación, que no se da solo en la filosofía, existen dos corrientes diferentes:
*Feminismo de la igualdad. Proclama la igualdad de género sin matices. La racionalidad y la emotividad son dos facetas de nuestra personalidad, y con una educación en igualdad tanto hombres como mujeres pueden lograr brillantez en ambas por igual.
*Feminismo de la diferencia. Parte del reconocimiento de la diversidad natural entre hombres y mujeres y reivindica con orgullo el valor de las cualidades femeninas. Lo distintivo de la mujer en relación con lo privado, la capacidad para el cuidado y los sentimientos sería ahora un valor en alza que abre al ser humano las puertas a un mundo nuevo donde se da un equilibrio entre lo masculino y lo femenino.
2. LA DISCRIMINACIÓN CULTURAL.
Al consultar un libro de filosofía, rara vez encontraremos algo que no sea filosofía occidental. Y si encontramos algo es de filosofía oriental, pero solo unas pinceladas generales. Sin embargo, los inuit, los maoríes, los incas, como miembros de tantas otras culturas que se interrogaron por el mundo y la existencia, no aparecen.
Ante esta realidad, nos encontramos frente a dos posturas antagónicas:
*Etnocentrismo filosófico. En general, el etnocentrismo es una actitud consistente en considerar la cultura propia como modelo perfecto y patrón con el que mediar la calidad de otras culturas. El etnocentrismo filosófico es un caso particular del anterior. Según él, toda forma de pensamiento o reflexión debe ajustarse a los criterios establecidos a lo largo de la tradición filosófica occidental para ser merecedora de filosofía en sentido propio.
*Filosofía intercultural. Es un programa de reconstrucción de la historia de la filosofía que busca la incorporación de distintas tradiciones de pensamiento y prácticas culturales desde una concepción abierta y plural de los usos de la razón. Al mismo tiempo, la filosofía intercultural persigue transformar el pensamiento para dar cabida a formas de reflexión filosófica alejadas del mundo académico tradicional, como las que se sirven del discurso oral.
Medir la calidad del pensamiento según los moldes exclusivos de la cultura occidental es una muestra de etnocentrismo que es necesario evitar. La solución al problema planteado pasa por abandonar la senda de este etnocentrismo filosófico y apostar por una filosofía intercultural.
3. LA DISCRIMINACIÓN POR EDAD.
Aparentemente, la filosofía es un tipo de saber con un nivel de abstracción que lo hace inadecuado para su asimilación en edades tempranas. Sin embargo, es un hecho que niñas y niños comienzan muy pronto a formular preguntas que ponen de manifiesto una cierta actitud filosófica.
A principios de la década de los años setenta del siglo pasado, Mattehw Lipman elaboró una propuesta educativa que, bajo la denominación de “filosofía para niños”, viene desarrollándose desde entonces.
Esta propuesta consiste en proporcionar a los más pequeños instrumentos que les permitan adquirir de manera progresiva las habilidades propias de un pensamiento complejo justo en el momento en el que comienzan a interrogarse sobre el mundo que los rodea. La finalidad no es otra que la de estimular en los peques una actitud crítica y creativa que refuerce estas facetas de su personalidad a lo largo del proceso de maduración.
(Francisco Ríos Pedraza. Filosofía. 1Bachillerato. Editorial Oxford. Madrid. 2022)